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Cómo la procrastinación positiva puede multiplicar tu productividad
Echa un vistazo a tu calendario y comprueba todas las actividades que tienes programadas para ti. No me refiero a reuniones con otras personas. Sólo tareas en las que tú tienes que trabajar en solitario en algún proyecto ¿Cuántas de esas actividades están programadas para un plazo más allá de las dos semanas?
Lo normal es que sean muy pocas. La mayor parte de la gente no planifica con tanta antelación. De hecho, la mayor parte de la gente tiene una perspectiva de trabajo a muy corto plazo que sólo incluye lo que puede hacer en una semana o dos como mucho.
El resultado de esta perspectiva es un calendario repleto de actividades en muy pocos días, algo muy peligroso en un mundo lleno de interrupciones e imprevistos en el que va a ser muy difícil que podamos completar todo lo planeado. La mejor alternativa a este método es dejar mucho espacio entre tareas en tu calendario y la manera de hacerlo es a través de la procrastinación positiva.
La procrastinación tiene muy mala fama, pero a veces no se trata de evitarla a toda costa sino de utilizarla en nuestro beneficio.
Pero ¿qué es la procrastinación positiva? Por supuesto, la procrastinación negativa es la que conocemos todos, esa que nos hace posponer las tareas indefinidamente y que acaba por llevarnos a la parálisis productiva y al estrés. La procrastinación positiva, por el contrario, es el compromiso firme para llevar a cabo una tarea en un momento concreto del futuro.
La procrastinación positiva reserva un tiempo determinado de nuestra agenda y nos da un margen mayor para hacer frente a imprevistos e interrupciones. La procrastinación positiva nos ayuda a enfocarnos en las actividades clave.
Así que, ¿cómo practicar la procrastinación positiva? Lo primero: tenemos que usar siempre un calendario. Cada vez que queramos planificar una actividad, no solamente con otros sino con nosotros mismos, tenemos que ponerlo en un punto futuro del calendario. Pero no vamos a ponerlo para mañana o para pasado mañana, sino que vamos a usar una fórmula: planificar la actividad para el último momento posible menos el 10% del tiempo. Por ejemplo, si tenemos que escribir un artículo, como este, para dentro de 2 meses, vamos a planificarlo para dentro de 1 mes y 20 días. Esto nos da tiempo para completar la tarea sin prisas y con margen por si hay algún imprevisto. Pero lo más importante, nos libera de pensar constantemente en que tenemos esa tarea pendiente.
Lo más importante de la procrastinación positiva es nuestro compromiso. Cuando planificamos algo para un momento determinado en el futuro, tenemos que comprometernos firmemente a ejecutarlo. Cada vez que ponemos algo en nuestro calendario, debe ser como si firmásemos un contrato con nosotros mismos. Mucha gente es buena cumpliendo con sus compromisos con otras personas, pero luego son un desastre cumpliendo consigo mismos.
Así que cuando pongas algo en tu calendario, debes decirte: “Me comprometo a hacer esto”.
La procrastinación positiva es una manera muy efectiva de organizar nuestro tiempo y esfuerzo de una manera eficiente. Desde TaskMeNot te recomendamos este método para ponerle el turbo a tu productividad. Si lo pruebas, no dudes en compartir tu experiencia con nosotros.